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De todos los órganos del cuerpo, la piel es el más voluble de todos; esta actúa como barrera protectora que aísla al organismo y lo resguarda de factores externos que podrían afectar su integridad; por lo tanto, es el único órgano que está constantemente en contacto directo con el exterior. Después de leer esta pequeña introducción, es casi inevitable no preguntarse por el cuidado de este órgano tan importante.
La piel refleja tanto la salud física como la salud mental; puede avisar enfermedades internas por medio de cambios en su temperatura, color y textura. Por consiguiente, es crucial mantener este órgano saludable y una buena rutina para el cuidado de la piel se convierte en un hábito vital.
La salud y el buen estado de nuestros órganos, depende en gran medida de una buena alimentación. La piel refleja, sin rodeos, la falta de vitaminas, minerales y proteínas; para mantenerla sana, se debe de optar por una dieta balanceada, en donde abunden las frutas, verduras, grasas esenciales y proteínas; también, es preciso un aporte de líquidos que mantengan la piel hidratada, la ingesta debe de ser frecuente durante el día para evitar la deshidratación.
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Mantener el hábito de hacer ejercicio es una de las mejores opciones para el cuidado de nuestra piel, ya que nos ayuda a tener una piel más sana y con una apariencia menos cansada. El deporte permite una buena circulación sanguínea, aumenta nuestra temperatura corporal, favoreciendo a la eliminación efectiva de toxinas. Pese a los grandes beneficios del deporte, también es crucial proteger nuestra piel del frío, el viento y del sol, sobre todo si el deporte que practicas es al aire libre; de forma que es importante que utilices cremas bloqueadoras.
La limpieza e hidratación diaria, complementan perfectamente la rutina básica para mantener la salud de la piel. Tanto en mujeres como hombres se recomienda limpiar la piel mínimo dos veces al día, cuando nos levantamos, para limpiar las toxinas que se eliminaron durante la noche y cuando nos acostamos, para limpiar la suciedad acumulada del día. Una buena hidratación es fundamental, debido a que, con el paso de las horas, la piel va perdiendo agua por evaporación.
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María Antonia Echavarría Delgado