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Foto: Alexandra Calderón Cuartas

Al nororiente de Medellín, se encuentra ubicado uno de los más bellos lugares que tiene la ciudad, el Museo Cementerio San Pedro, un camposanto, fundado en 1842, por honorables miembros de la élite, de aquel entonces, Villa de la Candelaria de Medellín, cuyo objetivo era tener un lugar digno donde reposar su descanso eterno. Dicho cementerio fue nombrado museo en 1998 y declarado monumento nacional en 1999.

Es también llamado, entre otros nombres, La ciudad blanca, debido a los múltiples y majestuosos mausoleos, elaborados en mármol de carrara, importado desde Italia, por las familias más adineradas y ostentosas de la época.

En dichos panteones, yacen los restos de reconocidos personajes de la historia de Colombia: presidentes, políticos, empresarios e intelectuales de aquel entonces, casi todos de origen antioqueño. Sin embargo, entre todos los monumentos, se aprecia uno muy especial, y aunque no es precisamente de un personaje antioqueño, tuvo gran amor y gratitud a estas tierras, a tal punto que, antes de morir pidió que sus restos fueran sepultados en Antioquia… estamos hablando del poeta y escritor, Jorge Isaacs.

Jorge Isaacs, nació en la ciudad de Cali en 1837, fue comerciante, militar y político, ocupando grandes cargos como cónsul general en Chile y miembro de la Cámara de Representantes, además de proclamarse como jefe político y militar de Antioquia. Así mismo, fue amante a la literatura, trabajó como editor en varios periódicos del Valle y en 1864 hizo púbico su primer libro de poemas; pero fue María, la novela de 1867, quien otorgaría a Jorge Isaacs, el título como máximo exponente literario del romanticismo del siglo XIX.

Foto: Alexandra Calderón Cuartas

“He aquí, caros amigos míos, la historia de la adolescencia de aquél a quien tanto amasteis y que ya no existe. Mucho tiempo os he hecho esperar estas páginas. Después de escritas me han parecido pálidas e indignas de ser ofrecidas como un testimonio de mi gratitud y de mi afecto. Vosotros no ignoráis las palabras que pronunció aquella noche terrible, al poner en mis manos el libro de sus recuerdos: «Lo que ahí falta tú lo sabes; podrás leer hasta lo que mis lágrimas han borrado». ¡Dulce y triste misión! Leedlas, pues, y si suspendéis la lectura para llorar, ese llanto me probará que la he cumplido fielmente”. (tomado del libro María)

María, es una novela de género romántico, que relata la historia de dos adolescentes cuyo amor está enmarcado por la tragedia. El libro, tiene como escenario una época de romanticismo, donde los versos, las rosas, las canciones y la gallardía, jugaban un papel especial en el nombre del amor; sin embargo, todos los que han leído la historia, recuerdan un final tristemente inesperado, lleno de dolor y soledad. Es así como algunos escritos, aseguran que María, es un reflejo de la vida de su propio autor, presentado similitudes entre momentos de su vida y la novela escrita.

¡Primer amor! Noble orgullo de sentirse amado; perfume para todas las horas del porvenir: flor guardada en el alma que no es dado marchitar a los desengaños: único tesoro que no puede arrebatarnos la envidia de los hombres, delirio delicioso…, inspiración del Cielo… María, María… ¡Cuánto te amé!

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Portada de una de las versiones de la novela

Mausoleo

El Mausoleo de Jorge Isaacs, es uno de los más bellos y representativos que se puede encontrar en el museo cementerio. Para la elaboración de éste, la Sociedad de Mejores Pública de Medellín, realizó una convocatoria abierta, invitando a diferentes artistas a que diseñaran un boceto para el monumento. Finalmente, terminó siendo adjudicado a los maestros Pedro Nel Gómez y Eladio Vélez; sin embargo, no prosperó y en 1924, fue encomendado a Marco Tobón Mejía, el cual presentó un boceto elaborado en peltre repujado.

Seis años después, fue instalado el mausoleo de Jorge Isaacs en medio de otros grandes personajes. Elaborado en mármol de carrara, compuesto por una Placa funeraria con repujado, donde se observa la musa de la poesía, quien se encuentra entre laureles, y llora la muerte del escritor; sus manos se posan sobre la imagen del literato, en la cual también se lee su nombre y las fechas de natalicio y muerte. Al lado inferior Izquierdo, se aprecia un fragmento del poema “La tierra de Córdoba” … óleo de libres llevan los hijos de tus hijos. Morir puedes luchando; vivir esclavo, ¡no!  …  Jorge Isaacs.

Foto: Alexandra Calderón Cuartas

En la parte posterior, se encuentra un fragmento de uno de sus más hermosos poemas, enmarcado en cuatro puntas con hojas de laurel; en la parte inferior, una lira envuelta entre cintas de laureles.

Mauoleo 4

Foto: Alexandra Calderón Cuartas 

El mausoleo de Isaacs, es una hermosa obra de arte, que recordará siempre, que el amor es el protagonista de toda historia, y que debe prevalecer en las personas, incluso después de la muerte.

Daniela Morales Medina / Luis Fernando Acevedo Cardona
direccion@revistalaeternaprimavera.com

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