Foto: Pixabay
El fin de año es de los momentos más queridos por las personas al ser una época en la cual se practican diversas tradiciones. Una de las más comunes es ver películas que nos sumergen en el ambiente navideño, cintas que terminan entrando en nuestra selección personal predilecta para esta temporada.
El primer grupo de cintas que se destaca, son aquellas donde el protagonista es el punto fuerte y el detalle más notorio del film, historias con tramas desarrolladas en contextos extraños y originales de la celebración, pero que igualmente su forma de mostrar la navidad no está muy alejada de la visión clásica. En este grupo entrarían clásicos como: El Grinch (2000), Mi pobre angelito (1990), Elf (2003) o Santa Cláusula (1994), todas ellas nos entregan personajes carismáticos y atrayentes para el espectador, los cuales acompañamos en su evolución, a través de la que aprenden de sus errores para llegar a una reflexión o moraleja sentimental y conmovedora.
En el segundo grupo están esos films que generan una propuesta más compleja y profunda, que no solo buscan entretener al espectador, sino que construyen tramas muy bien estructuradas y realizadas, donde la navidad es un punto importante para que se desarrolle la historia, pero no es el enfoque principal, característica desde donde logran triunfar con la crítica o se destacan más allá de este subgénero. Las que mejor encajan en esta descripción son: Que bello es vivir (1946), Tokyo Godfathers (2003), Plácido (1961) o Love Actually (2003), películas consideradas relevantes en diversas categorías, tales como mejor cinta de la historia del cine, uno de los films más importantes de la animación, una selección de las mejores películas salidas de un país en concreto (en este caso España) o una de las cintas fundamentales en el subgénero de comedia romántica.
El tercer grupo está compuesto por esas cintas que le agregan a sus experiencias elementos que no guardan mucha relación con la temporada navideña, resultando en una mezcla extraña, original e innovadora. Aquí podemos ver propuestas como: Gremlins (1984), El día de la bestia (1995), El extraño mundo de Jack o Duro de matar (1988), historias localizadas en la época navideña, pero en las cuales el desarrollo de su trama no tiene nada que ver con el tipo de relatos que normalmente vemos sobre esta festividad, ya que la mayoría de las mencionadas, incluyen componentes más comunes al género del terror o del Halloween. La que guarda mayor diferencia de las películas citadas anteriormente, seria Duro de matar (1988), en la que su director John McTiernan da un toque de particularidad al incluir elementos del género de acción.
Por último, hay que mencionar ese conjunto de films que son la adaptación de una historia clásica de la literatura. El ejemplo más claro de esto sería el libro A Christmas Carol (Cuento de navidad) escrito por Charles Dickens, el cual ha tenido innumerables adaptaciones, siendo las más destacables Scrooged (1988), Cuento de navidad de Mickey (1983), los fantasmas de Scrooge (2009), Scrooge (1951) y Lucas y el espíritu de la Navidad (2006).
Andrés Meléndez
Sección patrocinada por
